YO QUERIA COMER EMPANADAS...

Yo quería comer empanadas. Desde hace unas semanas que el pasar el 18 lejos de Chile era tema entre mis amigos y con mi marido y para mi el 18 es sinónimo de empanadas.
Esta es una fecha en que mi marido siente vivir fuera de Chile…él es huaso… de los de verdad, de los de a caballo, de los que vibran corriendo y celebrando el 18 en algún rodeo… Con este, ya son cuatro 18 que no estamos allá… él lo trata de bloquear, porque es la fecha en que más extraña…èl sueña con su rodeo… yo con mis empanadas…
Tanto escuché, hablé e imaginé empanadas que llegué a soñar la noche del 17 con que estaba en un rodeo en Quillota, viendo a mi marido correr. Estaba comiéndome una tremenda y jugosa empanada (casi como esas de un kilo que alguna vez probé en Pomaire), la acompañaba de un vinito tinto. Estábamos rodeados de familia y amigos y esperábamos que se hiciera el asadito que estaba ya puesto en la parrilla…
De repente… me desperté… y me di cuenta que estaba lejos, que miraba, con los ojos muertos de sueño, las montañas Regias por las ventanas que son las paredes de mi departamento. Ahí coordiné que había sido un sueño…pero ¡¡¡¡¡Pucha que estaba rica la empanada!!!!!... ¡¡¡Juro que la disfruté!!! !¡¡¡Me la comí enterita!!!! Y lo mejor de todo… ¡¡¡¡No engordé!!!!