NEW YORK

Viajar es un regalo, transportarse a otra realidad… subirse a un avión y de repente aterrizar en otro país, cultura, gente e idioma totalmente diferente… es como un sueño, dura un tiempo determinado y hay que concentrarse para que dure lo más que pueda y abrir los ojos y estar atentos para lograr capturar en nuestra mente la mayor cantidad de imágenes posibles y en el corazón la mayor cantidad de sensaciones.

Mientras más conozco más me impresiono de la diversidad, de la cantidad de vidas distintas que pisamos este planeta…
Me impresionó el caminar de un barrio a otro y sentir que pasaba de un continente a otro… No sé si solo ocurrirá allá, pero es impresionante, New York es una mezcla de todo impresionante, alucinante, tanto que me faltan palabras para describir lo que vi y sentí, tanto que siento que las fotos no lograron rescatar nada de lo que se siente estar allá…

Caminamos mucho, muchísimo, anduvimos en metro, comimos rico, compramos y seguimos caminando… sacamos fotos, caminamos de la mano, mirábamos hacia arriba los tremendos rascacielos, nos reímos, nos asombramos de cómo caminando unas cuadra pasábamos del wall street, lleno de ejecutivos en ropas y autos de ùltima moda y de las mejores marcas, a China Town con todos sus carteles y menús en Chino, o de la plaza en que los Chinos jugaban una especie de ajedrez, gritaban y cantaban en su idioma y nosotros éramos los “raros”ahì, luego unas tres cuadras mas allá Little Italy, con los “ristorantes” de pasta y los meseros hablándonos italiano y las “gelaterias” con los mejores helados… y así, el SoHo con sus tiendas de decoración, la Fifth Av, con las tiendas de marcas y el Central Park… lejos lo mas impresionante y emocionante… caminar por ahí me hizo sentir una neoyorquina… me encantó…me emocionó…
¡¡¡QUIERO VOLVER!!!